Viviendo en Yoga

Mas allá la práctica en clase, los ejercicios físicos, los pranayamas y las meditaciones, hay un amplio soporte de conocimiento, técnicas y hábitos que sostienen un estilo de vida yóguico, un camino de conciencia que está implícito en cada acto cotidiano desde la elección del alimento hasta los lugares que frecuentamos, el tipo de relaciones que cultivamos y cómo funcionamos en la vida tratando de armonizarnos con los ritmos naturales del universo del que somos parte.

Entre los hábitos más popularmente difundidos del estilo de vida yóguico se destaca la alimentación vegetariana, desde una posición de respeto por cualquier forma de vida. Aunque no se trata de alimentos “buenos” o “malos”, por sobre todo es importante la conciencia con respecto a la comida. Por eso, nuestro estado mental al momento de cocinar, el ambiente en que comemos y la forma en que servimos y/o recibimos la comida debería ser consciente, alegre y agradecido.  Es importante comer con lentitud, masticar bien los alimentos y no llenar totalmente el estómago, sino solo tres cuartas partes del mismo para favorecer la digestión; comer solo aquello que puedas digerir y eliminar dentro de 18 a 24 horas y darle a tu sistema digestivo un descanso una vez a la semana.

Levantarse y dormirse temprano también propician la buena salud. Es bueno vivir de acuerdo con los ritmos de la naturaleza y estar activo al salir el sol, comer la comida más importante del día antes de las 14 horas (idealmente 12.30 cuando el sol está en su punto más alto) y realizar actividades relajantes o meditación al caer la tarde. Teniendo en cuenta un proverbio Ayurvédico que reza “El día comienza la noche anterior”, es vital cenar liviano e irse a dormir antes de las 22hrs. para favorecer la depuración metabólica de impurezas. La hora propicia para iniciar el día es antes de las 6am, ya que a partir de esta hora el cuerpo y la mente entran en un estado de mayor pesadez y lentitud.


Tomar el compromiso de vivir dentro del estilo de vida yóguico puede parecer demasiado exigente para quienes tienen su primer acercamiento a la práctica. Y aunque cambiar un hábito requiere de voluntad aplicada, compromiso y esfuerzo es importante darle tiempo al tiempo. No asumir nada como una imposición externa y en cambio afrontar cada experiencia con entusiasmo y curiosidad, dejando que la consciencia abra paso a más consciencia, disfrutando tu camino único y personal, respetando tu propio tiempo de maduración y manteniendo la determinación de hacer de cada acto de tu vida una acción consciente. 

Con amor, Cele 

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