MUJERES CANTANDO AL ÚTERO


“Hay muchas mujeres cantando en mi útero, ellas me habitan desde tiempos antiguos, sus ecos rasgan los velos del tiempo y sus voces resuenan en mí como guías de mis pasos.

Unas están alegres , otras lloran sus pérdidas, algunas andan despistadas y otras bien enraizadas, ellas me dan forma, me dan fuerza y también toman la fuerza de mí, son mi sagrado linaje, y cuando las oigo cantar siento que me invitan con su canto a danzar, pretenden que mi vida sea una danza y me dan toda su sabiduría para que yo con mi danza las haga libres en el gozo y gozosas en su libertad y que juntas demos forma a la Diosa que ahora retorna.


No camino sola, mi viaje , por el hecho de ser mujer, es compartido. Mi viaje desde el útero es el viaje de todas las mujeres, y no es posible que aislada encuentre las raíces que me nutran y me den la fuerza para el cambio...por ello en las profundidades de mi tierra fértil, en el silencio de mi útero se encuentra la “ Mujer que canta” y que está formada por todas las mujeres que por resonancia viven y cantan en mí. Juntas , en el circulo de la existencia, cantamos en la noche a la Señora del Cielo que ahora , despertando la memoria ancestral , en este tiempo vuelve a reinar.”



“El útero sagrado, la luz del misterio, contiene la sabiduría del camino que no vemos”.

Antes que lasexualidad uterina de las mujeres fuera desterrada a las profundidades del inframundo, ese lugar que se nos ha mostrado como el infierno, el lugar de todos los males, ese lugar al que es mejor no entrar porque solo trae sufrimiento, maldad, sombra, peligro, y oscuridad...Antes de que esa sexualidad fuera escondida ahí y luego nos llenaran la cabeza con ideas de miedo para no entrar ( y de esta forma asegurarse de que no la descubriríamos)...antes de que el gozo sexual fuera puesto en el exterior, traído por algún héroe que nos lo regalaba si nos portábamos bien...antes de que las mujeres fuéramos despojadas de nuestro “centro único de poder”...antes de todo eso.... existía un lugar que no ha desaparecido sino que solo se ha ocultado tras el velo de la ignorancia y del miedo , ese lugar es el “ Útero sagrado, cueva del gozo, donde la vida desde el sin principio late y anida, donde los deseos son saciados y toman forma de creaciones gozosas, donde reina la Diosa y donde Ella busca manifestarse por medio de la sexualidad creadora”.
Después de todos estos años en unión con tantas mujeres caminado juntas en nuestros procesos compartidos, me doy cuenta de lo fácil que nos resulta dispersarnos, hemos relacionado feminidad con dispersión, y en los encuentros a veces cuesta mucho que cada una se pueda recoger en su propio centro y contener la energía que se derrama a borbotones en risas y palabras que no se pueden acallar...

Forma parte de la energía femenina esta tendencia natural al risueño compartir, y eso nos puede traer los momentos más preciosos de “alegre hermandad”, es un tesoro a preservar....sin embargo también “lo femenino, conlleva recogimiento, llenado, asentamiento, capacidad de guardar el gozo, capacidad para el silencio, capacidad para guardar las risas y las palabras y convertirlas en escucha , en fuerza mágica y en creatividad gozosa...Es esta la capacidad transformadora del Ütero, la que recoge la alegría, las risas, las palabras que se dispersan y se llena a sí mismo de ellas y luego se derrama hacia fuera cuando ya todo en su interior ha sido alquímicamente transformado.

La risa y las palabras salidas del útero unifican en vez de dispersar, forman circulo en vez de conversaciones de “ a dos”, forman escucha y presencia que ha veces se derrama como carcajada espontánea de todas las mujeres que con esa risa mágica se sanan. Cuando esto sucede en un circulo, ( y sucede muchas veces) nos indica que en un mismo tiempo, en un mismo ritmo, en un mismo lugar nuestros úteros han recuperado la unidad y han despertado con un solo latido, han recordado su origen primigenio y todas las mujeres nos sentimos en UNA SOLA RISA en vez de en múltiples risas.


Esto que sucede en el circulo , sucede también en el Gran Circulo de la vida , y en nuestro interior; a veces las palabras y los ruidos no se pueden acallar, y nos vamos tras ellos perdiendo el centro, por eso es importante recuperar el “sexto sentido del útero” el que los contiene a los otros cinco... ¡ hemos de cuidar de que nada nos confunda ¡, lo femenino no es disperso, aunque el caos que rompe estructuras sea un aspecto de nuestra sangre sabia, también la luna menguante es un aspecto de la feminidad que descrea para crear, pero eso no es lo mismo que andar sin rumbo, llevadas por cualquier corriente mental que nos quiera arrastrar...así ha sido durante miles de años, así nos hemos creído todas las creencias que nos han dicho, así hemos proyectado mundos ideales fuera del cuerpo de gozo y así aún seguimos pensando que “ mejor en el cielo que en el submundo”, mejor arriba que abajo, mejor luz que oscuridad.

EL ÚTERO es abajo , es dentro, es oscuro, es centro, es escucha , es recogimiento, es silencio, es quietud, es canción oculta, es latido y es ritmo interno ....y solamente cuando eso se reconoce, cuando la mujer se ha llenado de esas cualidades naturales, entonces el útero se transforma en Palacio del cielo, donde la luz se derrama hacia fuera, donde las risas salen de sus profundidades, donde las mujeres hablan y ríen juntas donde las antepasadas se liberan, donde la luna reina, donde la fuerza de lo femenino de nuevo despierta y todas las mujeres cantando se convierten en una sola “LA MUJER QUE CANTA”.

El camino de la feminidad pasa necesariamente por recuperar la sexualidad Uterina, pero no como una idea, no como un conocimiento , no pongamos las mismas cualidades a la Diosa que al dios que conocemos , no por poner la palabra diosa en vez de dios hemos cambiado nada.

La Diosa nos llama desde dentro y para escucharla hemos de dejar las voces de fuera, y este es un cambio profundo, no solo de formas. En el interior de cada mujer ,habitan todas las mujeres de su linaje, en sus huesos, en su sangre, en su útero sagrado, pero para escucharlas hay que volver al silencio, a recoger la conciencia hacia adentro, a vivir el circulo de hermandad como unión y escucha, a cantar todas con una sola voz y con un solo canto.

Estoy en el circulo de mujeres, todas cantamos una canción repetida que nos va llenado de gozo, parece que al principio se produce una subida de energía que nos induce a gritar y a saltar, a reír, a compartir....

Sin embargo yo siento que todavía no es el tiempo, hay que seguir cantando un poco más, como cuando en la experiencia tántrica respiramos el placer sin soltarlo antes de tiempo... ahora guardamos el poder, guardamos el canto, guardamos las voces hasta que nuestros vientres llenos se derramen en la experiencia del gozo compartido...y eso solo sucede cuando encontramos al fin un solo ritmo, un solo latido.
-Guadalupe Cuevas-

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