Caminando en Belleza: Invocando al Espíritu de la Madre Tierra.

La mujer ha sido adorada a través del tiempo por su Divinidad, su sabiduría, su belleza y su gracia. En la Era actual, muchas de nosotras nos hemos perdido conexión con nuestra fuente y  con la fuerza Divina Femenina, ocasionando así que nos olvidemos del espíritu de la Madre Tierra.
Nacidas en esta cultura, hemos pasado años de nuestra vida basando  nuestro valor en comparación con las normas establecidas por los medios de comunicación. Si este también ha sido tu caso, estarás de acuerdo que resulta profundamente liberador cuando llega el día en que reconoces que tu valor se define por tu luz interna, su resplandor y simplemente porque has nacido a semejanza de la Madre Divina.
La profundidad de la belleza de una mujer yace en la fortaleza de sus cuerpos físico, mental, aúrico, sutil, pránico y radiante. Cuando una mujer reconoce que es una con la Madre Tierra, observando su belleza, su  fortaleza y su poder creador, puede sonreír al mundo sin necesidad del drama o de la preocupación. Es así como somos capaces de sanar y transformar nuestro alrededor, confiando en nuestro maravilloso poder divino.
Todas somos líderes divinas, y ha llegado nuestro momento de vivir en toda nuestra gracia, confiar en nuestra intuición, en el poder de nuestra oración y en el poder de transformar al mundo mientras nos transformamos a nosotras mismas y a las siguientes generaciones.
La transformación y el “trabajo” personal se ha vuelto una prioridad y una constante en TODAS nuestras actividades. Ya no es solo algo que hacemos por las mañanas dentro de una clase de Yoga. Un día, aprendemos que cada acción es sagrada, hasta lo que consideramos “mundano” o nuestras necesidades básicas. Cuando cambias tu visión y eres consciente de lo que estás creando a través de tus emociones, pensamientos, palabras y acciones podrás ver y aceptarte como responsable de todo lo que nos rodea.
¿Qué tal si por un día tomamos el compromiso de cuidar a nuestra Madre Tierra en todas nuestras acciones? Empezando por nuestra alimentación, ¿De dónde viene lo que estoy comiendo? ¿Son alimentos vivos? ¿Cuál es la consecuencia de mi consumo? ¿Cuánta basura genero con lo que como? Así mismo, con el cuidado del agua. ¿Cuánta agua consumo? ¿De dónde viene? ¿Qué productos utilizo para mi aseo personal, en mi piel, para el aseo de mi hogar? ¿Son productos que dañan al mi cuerpo? ¿Dañan al agua y la contaminan?
¿Alguna vez te has puesto a pensar que la condición de la Tierra y el agua en todo el planeta, puede ser un reflejo de nuestro estado emocional y de conciencia?  El cuidado que damos a nuestro cuerpo (nuestra Tierra) y nuestras relaciones y emociones (nuestra agua) se refleja en el estado en el que se encuentra nuestro planeta…Hhhmmm…Eso quiere decir que tenemos mucho trabajo que hacer, y cada quien es responsable de hacer su parte.
Te invito a sumar esta práctica a tu vida diaria. Mantén tu sadhana (práctica diaria), reza con un mantra, o con una canción, mantén tu cuerpo y mente sanos y así mantendremos a nuestra Madre Tierra sana. Devolviéndole vida, respetándola y amándola como te amas a ti misma y a tus seres queridos.

Meditación para llamar al Espíritu: 
Invoca al espíritu de la Madre Tierra con tu propio cuerpo. 
Postura: Siéntate en postura fácil con la columna recta y cerradura de cuello.
Mudra: Levanta los brazos a 60 grados, codos y muñecas rectas. Los dedos de las manos están rectos y juntos, palmas hacia arriba.
Visualización: Imagina una llama en el centro del corazón. Respira largo y profundo por 3 minutos.
Para terminar: Inhala profundamente con una plegaria por la elevación del Creador, la Madre Tierra y la paz. Sostén 15 segundos. Exhala. Inhala profundamente. Siente en tu corazón la bendición de la Madre Divina. Sostén, y exhala. Siente la dulzura de la vida. Sostén por 15 segundos. Exhala.

Por Siri Nath Kaur, Febrero de 2014
www.spiritvoyage.com.mx


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