Pasamos las festividades de navidad y año nuevo, tiempo en
que nuestros buenos hábitos se ven desafiados y generalmente comemos o bebemos cosas
que no ingerimos habitualmente ó en mayor cantidad. Si sientes que necesitas hacer
un “full reset” para ponerte a tono con tu rutina yóguica, una monodieta de
sandía puede ser una buena alternativa para purificarte físicamente y re-sintonizarte.
Como siempre, a la hora de empezar un ayuno o mono-dieta, el
momento más propicio del mes es cuando la luna empieza su ciclo menguante y el
ciclo la luna nueva. Si eliges llevar adelante cualquiera de estas prácticas
por un solo día, reserva para ello el día exacto de la luna nueva o luna negra,
momento en el que el cuerpo está mejor predispuesto para la desintoxicación.
Especial para el verano, la sandía es una muy buena fruta
para una mono-dieta, práctica que implica consumir única y exclusivamente un
solo tipo de alimento. Las fibras de esta fruta actúan como pequeñas escobillas
que a su paso limpian el intestino. Al mismo tiempo, sus azúcares ayudan a
disponer de la energía necesaria para poder mantener una relativa actividad
durante el período del “ayuno”. La
sandía puede ayudar a limpiar el hígado y también a aliviar el gas intestinal,
sobre todo si se consume espolvoreada con un poco de pimienta negra. Su jugo
tiene un efecto terapéutico en los inicios de un resfriado y sus semillas,
crudas o cocidas, son ricas en vitamina E.
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